El proceso de elaboración del bandy es en esencia el mismo que se utiliza para el coñac. La destilación, en este caso, se lleva a cabo dos veces en un alambique de cobre para obtener alcoholes mas refinados. Durante la primera fase, el vino se lleva a ebullición, dando origen al "brouillis", cuya graduación alcohólica varia entre 28 y 30º. En función del grado alcohólico, el destilador separa las cabezas (primeros vapores condensados), las colas (últimos vapores condensados) y el corazón.
Durante la segunda fase, el "brouillis" vuelve a destilarse para obtener un aguardiente de muy alta graduación alcohólica (68% a 72% volúmenes) llamado "Bonne Chauffe". Éste se almacena en toneles de roble para iniciar el proceso de envejecimiento que dura dos años y medio, como mínimo. Usualmente, un coñac es el ensamblaje de varios aguardientes de diferentes edades y provenientes de diversos lugares de la región. Su edad estará dada por la del más joven.
Si bien la técnica de destilación es la misma para todos los aguardientes, el proceso de envejecimiento varía en algunos brandis. Es el caso del sistema español de soleras. Éste consiste en rebajar con agua el líquido que ha sido destilado hasta los 44° y almacenarlo en recipientes de roble en forma de escalas graduadas. De este modo, los más antiguos quedarán ubicados en las primeras escalas y los más recientes en las últimas, de tal forma que al momento de la venta se dispone de los más antiguos, cuyo lugar vienen a ocupar los nuevos. Este sistema permite la aireación del líquido y por tanto la oxidación de sus constituyentes. En esto difiere del sistema francés, en el cual una vez envasados y almacenados, los brandis se abandonan a la acción del tiempo.
Durante la segunda fase, el "brouillis" vuelve a destilarse para obtener un aguardiente de muy alta graduación alcohólica (68% a 72% volúmenes) llamado "Bonne Chauffe". Éste se almacena en toneles de roble para iniciar el proceso de envejecimiento que dura dos años y medio, como mínimo. Usualmente, un coñac es el ensamblaje de varios aguardientes de diferentes edades y provenientes de diversos lugares de la región. Su edad estará dada por la del más joven.
Si bien la técnica de destilación es la misma para todos los aguardientes, el proceso de envejecimiento varía en algunos brandis. Es el caso del sistema español de soleras. Éste consiste en rebajar con agua el líquido que ha sido destilado hasta los 44° y almacenarlo en recipientes de roble en forma de escalas graduadas. De este modo, los más antiguos quedarán ubicados en las primeras escalas y los más recientes en las últimas, de tal forma que al momento de la venta se dispone de los más antiguos, cuyo lugar vienen a ocupar los nuevos. Este sistema permite la aireación del líquido y por tanto la oxidación de sus constituyentes. En esto difiere del sistema francés, en el cual una vez envasados y almacenados, los brandis se abandonan a la acción del tiempo.
Tipos y variedades
De a cuerdo con los principales ingredientes utilizados para su elaboración, existen en el mercado tres tipos diferentes de brandy: el brandy de uva, el brandy de fruta y el brandy de pulpa.
Brandy de uva
Éste se produce por la destilación del jugo de uva fermentado. Luego de la cosecha, se exprimen las uvas y el mosto es puesto a fermentar inmediatamente. Después de tres semanas, se obtiene un vino con poco alcohol, ácido y turbio, que deberá ser destilado y añejado para convertirse en brandy.
En este tipo, encontramos el coñac y el armañac franceses, el brandy de Jerez español y el brandy de uva de Estados Unidos, más claro que los europeos, pero con un sabor mucho más fuerte.
Brandy de fruta
Este brandy se destila de frutas diferentes de la mora. Las frutas más comunes en la elaboración de estos brandis son la manzana, la ciruela, el durazno, la frambuesa y el albaricoque. Ejemplos de estos brandis son el calvados y el Kirsch. El primero es un brandy de la región francesa de Baja Normandía elaborado con manzanas. El mosto de Las manzanas se convierte en sidra, la cual se deja en reposo unos meses antes de ser destilada dos veces. El Kirsch, por su parte, es un brandy que se obtiene de la doble destilación del jugo de cerezas. Es muy popular en Alemania, Austria y Suiza. Se utiliza en la preparación de la fondue.
Brandy de pulpa
Este brandy proviene de la pulpa de la uva, las semillas y los vástagos fermentados que quedan Luego de que se extrae el jugo. Son los menos comunes.
Brandy de uva
Éste se produce por la destilación del jugo de uva fermentado. Luego de la cosecha, se exprimen las uvas y el mosto es puesto a fermentar inmediatamente. Después de tres semanas, se obtiene un vino con poco alcohol, ácido y turbio, que deberá ser destilado y añejado para convertirse en brandy.
En este tipo, encontramos el coñac y el armañac franceses, el brandy de Jerez español y el brandy de uva de Estados Unidos, más claro que los europeos, pero con un sabor mucho más fuerte.
Brandy de fruta
Este brandy se destila de frutas diferentes de la mora. Las frutas más comunes en la elaboración de estos brandis son la manzana, la ciruela, el durazno, la frambuesa y el albaricoque. Ejemplos de estos brandis son el calvados y el Kirsch. El primero es un brandy de la región francesa de Baja Normandía elaborado con manzanas. El mosto de Las manzanas se convierte en sidra, la cual se deja en reposo unos meses antes de ser destilada dos veces. El Kirsch, por su parte, es un brandy que se obtiene de la doble destilación del jugo de cerezas. Es muy popular en Alemania, Austria y Suiza. Se utiliza en la preparación de la fondue.
Brandy de pulpa
Este brandy proviene de la pulpa de la uva, las semillas y los vástagos fermentados que quedan Luego de que se extrae el jugo. Son los menos comunes.
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